Enrique Colmena

En el artículo anterior repasábamos los actores y actrices andaluces que habían trabajado no sólo en este siglo XXI, sino también en las últimas décadas del XX. En este nuevo segmento del estudio nos proponemos hablar de aquellos que, siendo también ya de cierta edad (mayores de 55 años, para entendernos), empezaron sus carreras como intérpretes en cine y televisión en los albores del siglo XXI o, todo lo más, en los últimos años del XX, siendo, a todos los efectos, actores y actrices de esta centuria hodierna que tantas sorpresas nos está dando…

El más anciano de los intérpretes que vamos a comentar hoy, recientemente fallecido, no era andaluz de nacimiento, pero sí de adopción: Carlos Álvarez-Nóvoa, asturiano de origen, se afincó en Sevilla durante tantos años que, a todos los efectos, era un sevillano más. Aunque tuvo algunos trabajos previos, su eclosión artística tuvo lugar en Solas (1999), de Benito Zambrano, consiguiendo el Goya al Mejor Actor Revelación (y tenía entonces 59 años…). A partir de ahí tendría una dilatada carrera en cine, en la que destacaríamos títulos como Una pasión singular (2003) y La luz con el tiempo dentro (2015), ambas de Antonio Gonzalo, ¿Por qué se frotan las patitas? (2005), el musical de Álvaro Begines, y La novia (2015), de Paula Ortiz, siendo también frecuente su presencia en series televisivas como Gran Reserva y El príncipe. Su porte elegante y su sensible talento interpretativo estuvieron con frecuencia por encima de la calidad de los productos en los que intervino.

Curiosamente la sevillana Gloria de Jesús también estuvo en Solas, aunque anteriormente, en los años noventa, apareció en pequeños papeles en filmes como Más allá del jardín (1996), de Pedro Olea. Estuvo también en Yerma (1999) y Madre amadísima (2009), ambas de Pilar Távora, y en otros dos títulos señeros, como estos, del cine andaluz, Grupo 7 (2012), de Alberto Rodríguez, y Ali (2012), de Paco Baños. También directora teatral y cantante, su rostro es conocido popularmente por papeles episódicos en series televisivas como El comisario, Cuéntame cómo pasó o Allí abajo.

La también sevillana María Alfonsa Rosso es toda una institución en la interpretación en Andalucía. En cine y televisión comenzó ya a edad madura, con algunas actuaciones en los años noventa, para hacerse popular a partir del siglo XXI. Actriz versátil, es en los papeles entrañables de madre y abuela en los que más ha destacado, aunque es capaz de cualquier rol. La hemos visto en cine en Amar y morir en Sevilla (2001), de Víctor Barrera, Atún y chocolate (2004), de Pablo Carbonell, Una palabra tuya (2008), de Ángeles González Sinde, y Caníbal (2013), de Manuel Martín Cuenca, entre otras muchas, y en series televisivas como Mis adorables vecinos y El tiempo entre costuras.

Mariana Cordero, nacida en Extremadura pero afincada desde hace décadas en Sevilla, es una maestra de actores y actrices que en cine y televisión tiene una larga carrera, aunque generalmente no a la altura de la que su talento merecía. La hemos disfrutado, en televisión, en la miniserie Padre Coraje (2002), de Benito Zambrano, donde estaba espléndida en el doloroso papel de la madre del chico asesinado, pero también en la mayor parte de las series de éxito de este siglo, desde Aquí no hay quien viva a Los hombres de Paco, pasando por miniseries como Días sin luz, Hoy quiero confesar y El Rey (encarnando a Carmen Polo de Franco, nada menos…), y en cine ha estado en filmes como Princesas (2005), de Fernando León de Aranoa, 3 días (2007), de F. Javier Gutiérrez, Techo y comida (2015), de Juan Miguel del Castillo, y La novia (2015), de Paula Ortíz.

El caso de Carmina Barrios es muy distinto. Esta sevillana de singular gracejo popular llegó al cine de la mano de sus hijos intérpretes, Paco León y María León. El primero la hizo protagonista de su debut como director, Carmina o revienta (2012) y de su continuación, Carmina y amén (2014), siendo nominada al Goya a la Mejor Actriz Revelación por la primera. Después ha tenido también llamativas intervenciones en ¿Quién mató a Bambi? (2013), de Santi Amodeo, y en la serie televisiva Allí abajo. Actriz de evidentes limitaciones, sin embargo tiene una personalidad muy marcada que le permite hacer con desparpajo papeles de corte popular.

El gaditano Manuel Morón, por el contrario, es el caso típico de actor de gran técnica, lo que le permite una amplísima gama de personajes. Es un segurísimo intérprete de reparto cuya presencia es garantía de calidad; ha estado en gran número de filmes y series televisivas. Entre los primeros destacaríamos El bola (2000), de Achero Mañas, donde estaba espléndido en su papel de padre maltratador, Azuloscurocasinegro (2006), de Daniel Sánchez Arévalo, y Celda 211 (2009), de Daniel Monzón; entre los segundos ha estado en la seminal Padre Coraje, además de en Martes de Carnaval y la serie de culto Crematorio, entre otras.

La jiennense Rosario Pardo dedicó la primera parte de su vida artística al teatro, por lo que a la televisión y al cine llegó ya con cierta edad. En el primero de esos medios, que quizá es el que más ha frecuentado, ha brillado, generalmente en papeles de reparto, en series como Con dos tacones, Doctor Mateo y Velvet, mientras que en cine su presencia, que nunca pasa desapercibida, fue notable en filmes como Tapas (2005), de Corbacho y Cruz, y Lifting de corazón (2005), del argentino Eliseo Subiela.

Antes de que el onubense Mariano Peña se hiciera popular por su personaje facha, marrullero y racista de la serie televisiva Aida, ya hacía tiempo que trabajaba con regularidad en cine y televisión, dando muestras de su versatilidad en películas como Héctor (2004), de Gracia Querejeta, Reinas (2005), de Manuel Gómez Pereira, y Fuera de carta (2008), de Nacho G. Velilla, aunque ciertamente ha frecuentado más la televisión, en series como Compañeros, Un paso adelante y, más recientemente, Allí abajo, donde compone un entrañable señorito andaluz que no cumple ninguno de los tópicos negativos del estereotipo.

Joaquín Núñez, malagueño, es otro de los actores andaluces a los que la fama le ha llegado ya a cierta edad; la mayor parte de su carrera artística ha tenido lugar en el teatro, comenzando en cine y televisión a partir de 2005. Estuvo en la serie televisiva Arrayán, y debutó en cine en Grupo 7 (2012), de Alberto Rodríguez, consiguiendo el Goya al Mejor Actor Revelación por su matizado trabajo en ella; en ese mismo medio ha intervenido en títulos comerciales como Ahora o nunca (2015), de María Ripoll. Pero su carrera se ha enfocado fundamentalmente a televisión, interviniendo en El secreto de Puente Viejo, Chiringuito de Pepe y Brigada de fenómenos, entre otras. Actor dotado de una evidente vis cómica, no desdeña papeles dramáticos, que aborda con sensibilidad e interiorización.

Aunque Ana Wagener nació en Canarias, se trasladó muy joven a Sevilla, donde se formó y estableció. Actriz fundamentalmente de teatro, apenas tiene relación con cine y televisión durante la década de los noventa del siglo XX, para empezar a descollar a partir del siglo XXI, con trabajos cada vez más interesantes y que le permiten desplegar su dúctil talento, su rara capacidad para hipnotizar a la cámara; la hemos visto, entre otras películas, en El bola (2000), 7 vírgenes (2005), El patio de mi cárcel (2008), Biutiful (2010), La voz dormida (2012), donde estaba estremecedora, consiguiendo merecidamente el Goya a la Mejor Actriz de Reparto, y Contratiempo (2016), de Oriol Paulo. En televisión ha desplegado su eclecticismo en series tan diferentes como La señora, 14 de Abril. La República y Con el culo al aire. Ha trabajado con los mejores directores del cine español: Benito Zambrano, Pedro Almodóvar, Pablo Berger, Carlos Saura, Alberto Rodríguez, Daniel Sánchez Arévalo… Su talento va a más, y no se le ven límites.

El sevillano Miguel Alcíbar es, además de actor, profesor de Periodismo y licenciado en Biológicas. Como intérprete llegó al cine ya con cierta edad, lo que no empece para que su carrera sea interesante, generalmente en papeles de carácter, dotados casi siempre de una comicidad muy peculiar. Ha estado en filmes como Alatriste (2006), Retorno a Hansala (2008), e incluso en un Jim Jarmusch, Los límites del control (2009). En televisión ha brillado en series como El internado, Padre Medina y Allí abajo.

La sevillana Ana Fernández se destapó como actriz de gran clase con su trabajo protagonista en Solas (1999), papel que le deparó el Goya a la Mejor Actriz Revelación. A partir de ahí, su carrera toma proyección nacional y trabaja con Pilar Távora (Yerma), José Luis Garci (You’re the one, Historia de un beso, Tiovivo c. 1950), Pedro Almodóvar (Hable con ella) y Antonio Cuadri (El corazón de la tierra). En los últimos tiempos su estrella parece algo apagada, pero su aparición en La novia, de Paula Ortíz, nos la devuelve en plena forma. Tiene Ana una gran capacidad para interpretar desde la mirada, en personajes generalmente dolorosos, sentimiento que ella transmite con gran intensidad.

El gaditano Manuel Tallafé está especializado en papeles de reparto, a los que presta su presencia inconfundible. Es un actor fetiche de Álex de la Iglesia, para el que ha trabajado en casi toda su filmografía: entre otras, Muertos de risa, La comunidad, 800 balas, Crimen ferpecto, Balada triste de trompeta, Las brujas de Zugarramurdi y Mi gran noche, e incluso en la incursión televisiva del vasco, Plutón B.R.B Nero. Además ha intervenido en gran número de series televisivas, generalmente dentro del género del humor: Hermanos & Detectives, Yo soy Bea, Fibrilando…, aunque también en otros registros, como en Amar es para siempre o Víctor Ros.

Pedro Casablanc nació, como preanuncia su nombre artístico, en Casablanca, pero su vida está ligada a Sevilla, donde se formó. Actor inicialmente de teatro, tiene algunas pequeñas intervenciones en cine en los años noventa, pero su éxito le llega en el siglo XXI con su interpretación en la serie televisiva Policías, en el corazón de la calle. A partir de ahí, su carrera irá en ascenso, haciéndose imprescindible cuando es necesario un actor de sus características, con voz profunda, capacidad de interiorización y dureza en la mirada, lo que generalmente le encasilla en personajes de villano, que él borda. Su carrera es fundamentalmente televisiva, habiendo participado en series como Los hombres de Paco, Hospital Central, Isabel (donde componía un tremendo obispo Carrillo) y Mar de plástico; en los últimos años, sin embargo, el cine, con buen criterio, le reclama con frecuencia, interviniendo en películas como Truman (2015), B (2015), donde da vida a Luis Bárcenas, El hombre de las mil caras (2016) y El guardián invisible (2017).

Juanma Lara, malagueño, tiene una extensa carrera en teatro como actor y director de escena, pero también, a partir de finales del siglo XX y comienzos del XXI, empieza una fructífera carrera en cine y televisión, al principio en papeles pequeños que irán creciendo progresivamente, si bien sus roles suelen ser secundarios. En cine se le ha visto en varias películas del cine andaluz, como Carlos contra el mundo (2002), de Chiqui Carabante, Astronautas (2003) y Cabeza de perro (2006), ambas de Santi Amodeo, y Clandestinos (2007), de Antonio Hens, pero también es un rostro asiduo en el cine español, en filmes como Cándida (2006), de Guillermo Fesser, Caótica Ana (2007), de Julio Medem, Camino (2008), de Javier Fesser, y El olivo (2016), de Icíar Bollaín. En televisión ha intervenido en numerosas series, entre ellas Padre Medina, Hospital Central, El príncipe, Amar es para siempre y Carlos, Rey Emperador. Su físico le impide generalmente acceder a papeles protagónicos, pero su calidad interpretativa está fuera de toda duda.

Paco Tous es un actor de teatro, sevillano de nacimiento aunque criado en la provincia de Cádiz. En teatro se dio a conocer dentro del grupo Los Ulen, de gran prestigio en el gremio. Aunque tuvo algunas incursiones no significativas en cine en los años ochenta y noventa, será en el nuevo siglo en el que sus apariciones en la pantalla grande y pequeña se hacen habituales. En televisión se hace muy popular al protagonizar la serie Los hombres de Paco, que combina thriller policíaco con humor. A partir de ahí su rostro es habitual en series como Con el culo al aire, pero también en cine en filmes como Cuerpo de élite (2016) y Contratiempo (2016). Aunque generalmente se le adscribe al humor, también ha tenido interpretaciones de fuerte impronta dramática, como su personaje de Antonio Tejero en 23-F: La película (2011), de Chema de la Peña.

El granadino Sebastián Haro hizo algunos pequeños papeles en cine en los años noventa, pero es a partir del siglo XXI cuando comienza a tener éxito. Interviene en algunas series o miniseries, como Padre Coraje y Un lugar en el mundo, para llamar poderosamente la atención por su papel de indigente en 15 días contigo (2005), notable filme de Jesús Ponce que le pone definitivamente en el mapa de los actores en España. A partir de entonces su rostro se hace familiar a través de numerosos papeles, generalmente secundarios y con gran tendencia a la versatilidad, que él resuelve con seguridad. Lo hemos visto en cine en filmes como El laberinto del fauno (2006), de Guillermo del Toro, Retorno a Hansala (2008), de Chus Gutiérrez, La ignorancia de la sangre (2014), de Manuel Gómez Pereira, y en televisión en las series La señora, Física o Química y El secreto de Puente Viejo, entre otras.

No queremos terminar este primer segmento dedicado a los más mayores de los actores y actrices andaluces sin citar algunos ya fallecidos, que merecen ser al menos mencionados por sus inestimables aportaciones a la interpretación. Es el caso de Juan Luis Galiardo, Amparo Muñoz y Manuel Summers, que fue, además de actor, notable guionista y director.

Pie de foto: Carlos Álvarez-Nóvoa, en una imagen de La luz con el tiempo dentro, en la que interpreta a un anciano Juan Ramón Jiménez.

Próximo capítulo: Intérpretes andaluces del siglo XXI, la pléyade (II): La madurez, esa plenitud (1)