Enrique Colmena

Escribíamos en la anterior entrega de este serial, Los intérpretes andaluces del siglo XXI, la pléyade (II): La madurez, esa plenitud (1), sobre parte de los actores y actrices nacidos o afincados permanentemente en Andalucía que están, aproximadamente, entre los 40 y los 50 años, esa edad en la que, pasadas las efervescencias juveniles pero aún en plena forma física, se tiene ya ese punto de madurez en el que el ser humano da, seguramente, lo mejor de sí mismo: también en la interpretación. Con esta segunda entrega terminamos de comentar a los actores y actrices comprendidos entre esas dos edades.

Cuca Escribano nació en Madrid pero se crió y educó en Sevilla. Se formó como actriz en el Instituto de Teatro. Sus comienzos en el audiovisual están en pequeñas apariciones en series televisivas a nivel nacional, como Todos los hombres sois iguales, para afianzarse en la televisión autonómica andaluza en las series Plaza Alta y, sobre todo, Arrayán. Aparecerá también en Amar y morir en Sevilla (2001), la interesante versión de Víctor Barrera sobre el clásico de Zorrilla, para hacer su primer protagonista en cine en Poniente (2002), de la granadina Chus Gutiérrez. Escribano alterna a principios de los años cero del siglo XXI sus intervenciones en series televisivas como Código fuego y El inquilino con papeles de carácter en producciones cinematográficas como Los aires difíciles (2006), de Gerardo Herrero, El camino de los ingleses (2006), de Antonio Banderas, y Retorno a Hansala (2008), de nuevo a las órdenes de Chus Gutiérrez. Su aparición en populares series televisivas como Sin tetas no hay paraíso, La reina del Sur (donde usaba magistralmente su acento andaluz) y El secreto de Puente Viejo, la hacen un rostro conocido en toda España. Desde entonces la hemos podido ver en algunos filmes como 321 días en Michigan (2014), de Enrique García, y La ignorancia de la sangre (2014), de Manuel Gómez Pereira, y sobre todo en la serie televisiva Acacias 38. Es Cuca una actriz de amplio registro, de evidente belleza física, que la suele encasillar en papeles donde esa cualidad es relevante. Actriz de buen pulso dramático, brilla también sin embargo en la comedia.

El sevillano Jesús Olmedo es una presencia familiar gracias a la pequeña pantalla, para la que ha hecho la mayor parte de sus interpretaciones, generalmente en papeles de reparto. Su rostro comenzó a ser conocido en la serie de Lina Morgan Hostal Royal Manzanares, con la que repetiría años más tarde en Academia de baile Gloria. En ese mismo medio tendrá sus mejores momentos en series como El inquilino, Aquí no hay quien viva y, sobre todo, Hospital Central, donde se hará una presencia reconocible y estable. Posteriormente figurará con papeles relevantes en dos series históricas, Hispania e Imperium, así como en Gran Reserva y Amar es para siempre. En cine su participación ha sido de menor importancia, aunque se pueden destacar algunos títulos, como Recambios (2004) y 8 citas (2008).

El gaditano Joaquín Villagrán es una de esas presencias imprescindibles que ha dado Andalucía a la interpretación; su físico lo constriñe generalmente a papeles de carácter, que él resuelve con naturalidad y buen hacer. Aunque tuvo una primera aparición en La duquesa roja (1997), empieza a hacer cine y televisión con regularidad a partir del siglo XXI en la serie Al salir de clase. A partir de ahí ya trabajará con regularidad en cine y televisión. En el primero de esos medios hace filmes como Cuando todo esté en orden (2002), de César Martínez Herrada, y Carlos contra el mundo (2002), del malagueño Chiqui Carabante, donde hace uno de sus escasos protagonistas. Estará también en otros filmes andaluces como Astronautas (2003) y Cabeza de perro (2006), ambas de Santi Amodeo, y 7 vírgenes (2005) y Grupo 7, de Alberto Rodríguez, película esta última con la que consigue el Goya al Mejor Actor de Reparto. El cine nacional también lo llama, y lo podremos ver en filmes como Azuloscurocasinegro (2006), de Daniel Sánchez Arévalo, y Extraterrestre (2011), de Nacho Vigalondo, de nuevo con un papel protagonista. En televisión se le ha podido ver en El síndrome de Ulises y El ministerio del tiempo, donde encarnaba al pintor Diego Velázquez. Inicialmente limitado en sus personajes por su físico (fue frecuente que le dieran papeles de enfermo o yonqui), posteriormente ha podido demostrar sus dotes interpretativas en todo tipo de personajes.

También gaditano, algecireño concretamente, es Víctor Clavijo, talentoso actor que estudió en su ciudad natal y en Granada, para emigrar a Madrid al llegar a la edad adulta para estudiar teatro. Comenzó en el audiovisual con un pequeño papel en la serie Menudo es mi padre, para después afianzarse ya con un personaje más importante en Al salir de clase. En televisión ha desarrollado buena parte de su carrera, en series como Hospital Central, Hermanos & detectives, La señora, 14 de Abril. La República, Gran Hotel, Carlos, Rey Emperador, El ministerio del tiempo y Lo que escondían sus ojos. En cine ha intervenido en numerosos filmes, entre ellos El principio de Arquímedes (2004), de Gerardo Herrero, GAL (2006), de Miguel Courtois, 3 días (2008), de F. Javier Gutiérrez, con uno de sus escasos papeles protagonistas, La isla del viento (2015), de Manuel Menchón, y Gernika (2016), de Koldo Serra. Clavijo es un actor de gran versatilidad, capaz de personajes de reparto y protagonistas, aunque generalmente suele actuar en roles de carácter, a los que confiere verosimilitud y credibilidad, y también con frecuencia lo hace en un registro dramático.

Paco León, sevillano, hermano de la también actriz María León e hijo de la (sobrevenida) actriz Carmina Barrios, es una de las estrellas de su generación. También guionista y director, como actor se da a conocer en la serie televisiva Moncloa, ¿dígame?, para después entrar en el elenco de 7 vidas, que le permitirá asumir el papel de Luisma que le catapulta a la fama en la serie Aida, “spin-off” de la anterior. Interviene también en la serie de parodias televisivas Homo zapping, con muy divertidas imitaciones. En cine su carrera se centra, como en televisión, en el terreno de la comedia, para la que está especialmente dotado. Para la pantalla grande son recordables sus intervenciones en películas como Dieta mediterránea (2009), de Joaquín Oristrell, 3 bodas de más (2013), de Javier Ruiz Caldera, y Kiki, el amor se hace (2016), dirigida por él mismo. En La peste, la nueva serie televisiva de Alberto Rodríguez, afronta el que probablemente es su primer papel dramático en un medio audivisual.

Javier Mora es un actor onubense que ha hecho la mayor parte de su carrera en televisión, generalmente en papeles secundarios, con frecuencia personajes broncos, duros, muy masculinos, quizá condicionados por su físico. En la pequeña pantalla lo hemos podido ver en series como Los hombres de Paco, El síndrome de Ulises, Los protegidos, Isabel (donde interpretaba con gran fuerza a El Zagal, tío de Boabdil, al que disputó el trono del Reino de Granada), Gym Tony y Amar es para siempre. En cine se le ha visto menos, aunque ha trabajado en títulos conocidos como La voz dormida (2011), de Benito Zambrano, y Lasa y Zabala (2014), de Pablo Malo, entre otras.

La sevillana Mercedes Hoyos es una dúctil actriz todoterreno, de formación teatral, habitual también en el doblaje, que tiene ya una apreciable carrera en cine y televisión, donde brilla su notable técnica y su evidente capacidad dramática. En televisión llamó la atención, muy joven, en la serie Juncal; pasó después, como buena parte de los intérpretes andaluces, por Plaza Alta, y ya en las televisiones nacionales su rostro se hizo familiar en series como El comisario. De nuevo en la televisión autonómica, coprotagonizó Rocío, casi madre. Ha intervenido también en Cuéntame cómo pasó, en miniseries como Raphael: Una historia de superación personal, y en la comedia Allí abajo. En cine ha estado estupenda en filmes como 15 días contigo (2005), de Jesús Ponce, Lola, la película (2007), de Miguel Hermoso, y El corazón de la tierra (2007), de Antonio Cuadri. En los últimos tiempos la hemos podido disfrutar en Techo y comida (2015), de Juan Miguel del Castillo, y Todo saldrá bien (2016), de Jesús Ponce. Mercedes es una de las actrices mejor dotadas de su generación, con una pasmosa capacidad dramática que, sin embargo, cine y televisión no han sabido aprovechar al máximo.

Lucía Hoyos, sevillana como su hermana mayor Mercedes, se ha especializado en personajes de carácter; su filmografía es, en su mayor parte, de corte televisivo, inicialmente en papeles episódicos, en series como Periodistas, Petra Delicado y Mis adorables vecinos, para más tarde hacer ya personajes permanentes en Ponme una nube y Rocío, casi madre. Estará también en miniseries como Días sin luz e Historias robadas, para hacerse popular a nivel nacional con su personaje, también secundario, de Allí abajo. En cine sus participaciones son escasas, en filmes que generalmente han tenido poca repercusión, como 4.000 euros (2008), de Richard Jordan. Lucía es actriz fundamentalmente de corte cómico, si bien también se desenvuelve con facilidad en el terreno dramático.

El malagueño Pablo Puyol se graduó en teatro en la Escuela Superior de Arte Dramático de su ciudad natal. Se dio a conocer popularmente en la serie Un paso adelante, que le llevó a la fama. A partir de ahí, sin embargo, no ha podido mantener el mismo estatus de popularidad, a pesar de haber intervenido en alguna serie exitosa como Los Serrano o Arrayán, pero también en otras de muy inferior repercusión, como Tirando a dar o La pecera de Eva. En cine ha tenido una moderada participación, destacando en el filme andaluz Clandestinos (2007), de Antonio Hens. Puyol es un actor que se maneja también con facilidad en canción y baile, quizá hasta ahora un tanto encasillado en el papel de galán y asimilados.

La gaditana Ruth Gabriel, hija de la escritora Ana Rosetti, entró con gran fuerza en el audiovisual con su impactante personaje de Días contados (1994), de Imanol Uribe, por el que ganó el Goya a la Mejor Actriz Revelación, pero después no le ha sido posible mantener ese tono, a pesar de lo cual tiene una interesante carrera televisiva y cinematográfica. En la pequeña pantalla la hemos visto en series como Querido maestro, El comisario y Bandolera, y en la miniserie La Mari, y en cine ha estado en filmes como 99.9 (1997), de Agustí Villaronga, y Zona hostil (2017), de Adolfo Martínez Pérez. Actriz de gran técnica interpretativa, es un misterio por qué no ha triunfado plenamente dadas las evidentes virtudes actorales que la adornan.

El marbellí Aníbal Soto se ha convertido en un sólido actor de reparto al que es habitual ver en series televisivas. Empezó en Plaza Alta, como buena parte de los actores andaluces, para después saltar a las televisiones nacionales en series como Policías, en el corazón de la calle, Al salir de clase, Periodistas y Hospital Central. Ha estado también en Cuéntame cómo pasó y Bandolera, entre otras, mientras que sus apariciones en pantalla grande son bastante menos numerosas; le hemos podido ver en filmes como 23-F: La película (2011), de Chema de la Peña, y 321 días en Michigan (2014), de Enrique García.

La onubense (nacida en Sevilla) Luichi Macías es un caso peculiar: tiene una corta trayectoria en cine y televisión, y sin embargo su personaje de La Tita en Toro (2015), de Kike Maíllo, llamó poderosamente la atención, hasta el punto de ser nominada al Goya a la Mejor Actriz Revelación. Antes había estado en la gran pantalla, generalmente en papeles poco lucidos, en filmes como El corazón de la tierra (2007), de Antonio Cuadri, y La voz dormida (2011), de Benito Zambrano, y en televisión en papeles episódicos en series como El secreto de Puente Viejo y Allí abajo, y ya con más relevancia, en Mar de plástico.

La sevillana Maite Sandoval pertenece a la troupe de Los Ulen (Pepe Quero, Paco Tous…) y tiene por tanto una sólida formación teatral. No se ha prodigado mucho en cine y televisión, pero cuando aparece su presencia no pasa desapercibida. En pantalla grande la hemos visto en filmes como Al sur de Granada (2003), de Fernando Colomo, Cobardes (2008), de Corbacho & Cruz, y, sobre todo, en un divertido papel de inspectora de Policía en El mundo es nuestro (2012), de Alfonso Sánchez, aunque su personaje más interesante hasta ahora es el que interpreta en Kiki, el amor se hace (2016), de Paco León. En televisión tuvo papeles relevantes en La dársena de poniente y Doctor Mateo.

Pie de foto: Víctor Clavijo en una imagen de la película 3 días, de F. Javier Gutiérrez.

Próximo capítulo: Intérpretes andaluces del siglo XXI, la pléyade (III): Los (veinti)nueve novísimos (1)