Enrique Colmena

La gala de entrega de los Premios ASECÁN 2017, que concede la Asociación de Escritores Cinematográficos de Andalucía, tuvo lugar en Sevilla el pasado día 28 de Enero en el teatro Lope de Vega. El evento se saldó, como se preveía, con el triunfo absoluto de El hombre de las mil caras, la película de Alberto Rodríguez que recrea magníficamente la aventura de Francisco Paesa, quien fue capaz de timar a Luis Roldán y a todas las estructuras del Estado, quedándose con un muy importante capital que el que fuera director general de la Guardia Civil (y del que se habló con insistencia como Ministro del Interior in pectore) había esquilmado durante su permanencia en el cargo.

La película de Rodríguez acaparó un total de nueve premios, siendo por tanto la ganadora por mayoría abrumadora de la noche. Se le reconoció en concreto por los apartados de Película, Dirección, Guión, Dirección de Producción, Vestuario, Maquillaje y Peluquería, Sonido, Montaje y Dirección Artística.

El éxito fue tal que, ciertamente, poco quedó para el resto de las películas a concurso. El Premio al Mejor Actor fue para Antonio de la Torre, incontestable en Tarde para la ira, la espléndida ópera prima como director de Raúl Arévalo, un muy potente thriller que no concurría como película andaluza al no estar producida por empresas de esta tierra, si bien ganó el Premio a la Mejor Película Española (sin producción andaluza, se entiende), como era de prever también. El premio a la Mejor Actriz recayó en Mercedes Hoyos, por su sentido papel en Todo saldrá bien, de Jesús Ponce; por cierto que Hoyos hizo un emocionado “speech” dirigido a los directores, guionistas y productores de la sala, recordando que las mujeres de 40 años pueden hacer también papeles no necesariamente de “madre de…”, que no son invisibles. La Mejor Película Extranjera fue Spotlight, que ya se llevó el Oscar de 2016.

El premio a la Mejor Dirección Novel fue para la onubense Remedios Malvárez, autora de Alalá, vibrante documental sobre la vida cotidiana en el barrio sevillano de Las Tres Mil Viviendas, visto desde una perspectiva de esperanza y buscando alejarse de los tópicos sobre este lugar habitualmente olvidado por la sociedad. En el apartado musical, el Premio a la Mejor Música Original fue para Pablo Cervantes por su banda sonora de la película Ebro, de la cuna a la batalla, y el correspondiente a la Mejor Canción Original para Antonio Meliveo por el tema So far and yet so close, de la película El país del miedo. El Premio al Mejor Documental fue para Bolingo, el bosque del amor, de Alejandro González Salgado, el de Cortometraje Documental para La vida sigue igual, de Mateo Cabeza, y el de Cortometraje de Ficción para Un billete a Nunca Jamás, de Jorge Naranjo. El Premio Otros Formatos fue para La Xirgu, TV-movie de Silvia Quer.

Ya en el resto de apartados técnicos, el Premio a la Mejor Fotografía fue para Migue Amoedo por la lujuriante imagen de La novia, de Paula Ortíz, y el premio al Mejor Grafismo para Manuel Horrillo por los efectos digitales de La fabulosa Casablanca.

En otros apartados destacó el Premio a la Mejor Labor de Difusión, que recayó muy merecidamente en nuestro colega y amigo Miguel Olid Suero, por sus trabajos en ABC, El País y Los Reporteros de Canal Sur TV, premio compartido con Rafael Rus, de Onda Jaén. También ex aequo se repartió el Premio al Mejor Libro de Cine, que correspondió a Rodajes en Jaén. Memoria cinematográfica de la provincia de Jaén, del que es autor Enrique Iznaola (que está haciendo una magnífica labor en su tierra en pro del cine), editado por la Diputación de Jaén; y Yo, Bill Murray, de la periodista Marta Jiménez, editado por Banda Aparte.

Además de estos premios que podemos llamar competitivos, hubo dos premios con carácter honorífico. Por una parte, uno entregado al gran Julio Diamante, memoria viva del cine español, que tuvo una emocionante intervención en defensa del cine, la cultura y la libertad, y otro para el Festival de Cine Español de Málaga, en el vigésimo aniversario de este ya más que consolidado certamen.

La gala estuvo entretenida aunque se alargó, como es ya inevitable, dada la tendencia de los premiados a agradecer sus galardones hasta a sus primos segundos y sus quiosqueros, y la organización, como siempre, excelente. Hay que felicitar a Javier Paisano, Juan Antonio Bermúdez y Lourdes Palacios, como cabezas visibles de todo el equipo de ASECÁN.

Por lo demás, Alberto Rodríguez vuelve a confirmar que, cuando tiene película estrenada, es imbatible en los Premios ASECAN, como también lo está siendo ya en los Goya. Lo cierto es que el sevillano, sin llegar a los mil premios que exageradamente citamos en el título de este artículo (para algo somos andaluces…), acumula ya en sus películas una cifra notable de galardones de toda laya. Si la IMDb, la biblia del cine, no miente, hemos sumado un total de 67 premios (sin contar nominaciones); teniendo en cuenta que tiene 11 candidaturas para los próximos Goya, podemos suponer que esa abultada cifra se incrementará no tardando mucho. Y eso sin contar los Premios ASECÁN, que extrañamente la IMDb no censa.

Alguien dijo en la gala que Alberto Rodríguez es el más importante director español vivo. No seré yo quien ponga en duda esa afirmación…

Pie de foto: Una imagen de Eduard Fernández como Francisco Paesa en El hombre de las mil caras, de Alberto Rodríguez.