Pelicula: Los telefilms han hecho de los sucesos reales y los casos judiciales un subgénero que en cierta forma perjudica a una película cuando expone en la gran pantalla una injusticia real, como es el caso de la que nos ocupa, Betty Anne Waters, título que recoge el nombre de la protagonista, cuando en realidad es mucho más adecuado el original de Conviction, porque esa convicción es la que tiene ella sobre la inocencia de su hermano Kenny, acusado de un brutal asesinato que no cometió y por el que en 1980 fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional. Para demostrar su inocencia Betty Anne, que trabajaba en una cafetería, estaba casada y con dos hijos, estudió derecho para defender a su hermano y demostrar su inocencia, en lo que tardó 18 años y le costó la separación de su marido, pero finalmente lo consiguió.

Sucesos como este parece que únicamente pueden acontecer en Estados Unidos, la tierra de las oportunidades, donde se dan las facilidades para ello, pero para que esto ocurra también debe existir una heroína con tamaña fuerza de voluntad, hasta el punto de sacrificar su matrimonio y tener una enorme confianza en la inocencia de su hermano, al que quiere con locura, para realizar semejante hazaña. En realidad fallos judiciales como éste los hemos visto en muchos films, con la diferencia de que aquí más que por un error de la justicia fue motivado por la corrupción policial que lleva a un inocente a tan enorme condena. Afortunadamente no existe en el estado de Massachusetts la pena de muerte, lo que hubiera sido más grave ocasionando un daño de todo punto irreparable.

La diferencia de esta cinta con otras del mismo corte está en un interesante guion que no cuenta la historia de forma lineal sino que con algunos saltos en el tiempo vamos conociendo la vida anterior de los personajes, sobre todo en la primera mitad, centrándose en la segunda parte en la búsqueda de nuevas pruebas para reabrir el caso y anular la injusta sentencia.

Cuando ya parece que lo ha logrado aún queda una nueva vuelta de tuerca para la aclaración final. La pena es que no se cite lo que pasó después con los testigos perjuros y con la agente de policía que se sobrepasó en el cumplimiento su deber.

Una cinta que nos da una gran lección de amor fraternal, de perseverancia y fuerza de voluntad, de afán de superación y de interés por hacer justicia poniendo al mismo tiempo al descubierto los errores del sistema legal americano que, a veces, siega injustamente la vida a un indefenso ciudadano inocente o le priva para siempre de su libertad.

Película clásica que no dice nada nuevo pero lo cuenta con gran claridad, con una forma novedosa de filmar los hechos logrando una mayor intensidad dramática conforme avanza la acción en lugar del suspense por encontrar a un culpable.

Film con una dirección eficaz de Tony Goldwyn, que maneja bien la elipsis, y al reparto de estupendos actores que tiene a sus órdenes, con una gran labor de Hilary Swank, un notable trabajo de Sam Rockwell en el papel del rebelde hermano, estupenda la breve intervención de Juliette Lewis y muy correcta Minnie Driver como la fiel amiga de la protagonista que la ayuda en su labor.

Cine realizado de manera clásica, que si es analizado a fondo tal vez se le pueda hallar algunos puntos débiles pero salvables gracias a la fuerza que ponen en ello los actores.

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107'

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Betty Anne Waters - by , Aug 22, 2011
3 / 5 stars
Una mujer con fuerza de voluntad