El dúo formado por Glenn Ficarra y John Requa comenzó en la dirección de largometrajes con Philip Morris, te quiero (2009), basado en un hecho real recogido en la novela de Steve McVicker, debut que fue recibido por cierta parte de la crítica con entusiasmo mientras otros consideraban que había sido sobrevalorado.En esta nueva cinta se basa no en un texto literario, ni en un suceso, sino en el guión original escrito por Dan Fogelman, en el que trata de algunas experiencias personales y otras que le habían referido.
Después de mucho tiempo casados, una noche Emily le confiesa a Cal, su marido, que ha hecho el amor con otro hombre y le suplica el divorcio. Esta confesión destroza a Cal, pero tras el encuentro con un tal Jacob Palmer, que le cambia su aspecto y lo convierte en un mujeriego, sigue deseando a su mujer.
A lo largo del argumento se toca el amor en diferentes formas y distintas edades, puesto que esta pareja tiene un hijo adolescente que está enamorado de la joven canguro que le cuida que tiene pocos años más que él, o el caso de Hannah, que está a punto de terminar su carrera y espera le pidan en matrimonio, o los encuentros amorosos pasajeros de Jacob y después de Cal con Jessica.
Estas relaciones vienen a demostrar el vacío cuando hacer el amor es algo fugaz, ya que el verdadero dura siempre y no hay que desistir si se halla una adversidad en el camino, si se quiere de verdad, lo que confirma que el sexo sin amor es banal.
Como se puede desprender de estas líneas es una cinta que tiene un tono que no es el de la grosera comedia actual, sino más en serio y no por ello menos divertida, ya que los golpes de humor están esparcidos a lo largo de la trama y sobre todo estalla en carcajadas en la secuencia del jardín, al final, cuando se destapan ciertas identidades, la relación que hay entre algunos personajes y se forma el lío padre.
Esto denota la calidad del guion de Don Fogelman, que sabe usar certeramente los trucos en los instantes más convenientes, evitando los tópicos, aunque se le tache de conservador por no caer en lo vulgar que tanto gusta a los espectadores jóvenes.
La pareja de directores juega con la ventaja de poseer un buen reparto, con una Julianne Moore que siempre suele estar bien; no recordamos haber visto mejor a Steve Carrell; en su estilo Ryan Gosling; inspirada y divertida la oscarizada Marisa Tomei y hasta el joven Jonah Bobo está gracioso en su papel de Robbie, de 13 años, apasionado por la canguro.
Un relato de amores equivocados que reflexiona sobre las relaciones humanas, las contradicciones que tiene el amor, la crisis de los 40, la paternidad, el primer amor, y analiza los temas desde varios puntos de vista, que termina por condenar la promiscuidad, bendiciendo el matrimonio y las buenas costumbres, algo que es poco habitual en la actualidad.
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118'
Año de producción
Trailer
Crazy, stupid, love -
by Francisco Casado López,
Oct 27, 2011
Distintas edades para el amor
2 /
5 stars