El milagro de la Madre Teresa

CINE EN SALAS

La vida de dos mujeres, la primera real, durante los años cincuenta, la segunda de ficción en la actualidad, ambas apasionadas e intransigentes, tejida a lo largo de generaciones entrelazadas por dos historias. Estas no son otras que por una parte la de la Madre Teresa de Calcuta y por otra la de una chica cualquiera de nombre Kavita.

Posiblemente el guionista y director de esta película al escribir el guion pensaría que para contar la vida de la Madre Teresa, que es muy conocida por la mayoría del público que acude a una sala de cine, sería mejor añadirle otro aliciente con una vida paralela, la de esta joven llamada Kavita. Ella es una muchacha inglesa de origen hindú, una profesional de la música, que interpreta con su violín. Está enamorada de un compañero con el que se ve frecuentemente y un día sufre un accidente, al ser atropellada por un coche, la médica que la atiende, tras explorarla, tan sólo tiene un brazo lastimado y está embarazada.

Cuando se lo cuenta a su amigo éste no quiere saber nada del bebé, no coge el teléfono, ni responde a las llamadas. Kavita se va a pasar unos días a Calcuta con una tía suya y allí conoce a un estudiante de medicina y la vida le reserva una sorpresa.

Esta historia se entrelaza con la de la Madre Teresa, en la que no hay tal milagro, como dice el título español, ya que el original es Madre Teresa y yo, sino el ejemplo de una tenaz mujer apasionada de la fe en Dios y una trabajadora incansable por el bien de las personas más pobres y desfavorecidas de la sociedad.

De ella conocemos su afán de hacer el bien al prójimo y sobre todo a los pobres, por lo que le escribe al Papa que le da dos años de salir del convento para hacer su apostolado con todos los que se encuentra a su paso, y a las niñas pequeñas les da clases para que aprendan a leer y escribir.

Ambas vidas transcurren de forma paralela alternativamente, aunque se sitúan en épocas diferentes, y en la que se defiende la vida del feto en contra del aborto, entre otras enseñanzas, y se respeta la creencia en dioses de otras religiones.

El film está dirigido por el hindú de 64 años, no creyente cristiano, Kamal Musale, de una manera muy profesional, manejando bien el color en las distintas historias, mientras que el protagonismo compartido recae en Jacqueline Fritschi-Cormaz como Madre Teresa y Banita Sandhu como Kavita, que encajan bien en sus personajes, aunque Madre Teresa era más baja de estatura.

Los beneficios van a la Fundación Zariya que cuida a los pobres y enfermos de Calcuta, Bombay y otras ciudades de la India. Premio a la mejor cinta en el Festival de cine católico Mirabile Dictu.