Pelicula: El cine polaco de la gran época (1970-1990) está finiquitado o en aras de ello: Wajda, ya octogenario, se dedica a filmes de gran fuste histórico y sentimental (Katyn), pero ha perdido la chispa de obras como La tierra de la gran promesa, El hombre de mármol o Sin anestesia; Kieslowski, el espléndido autor de la serie El decálogo y de la trilogía Tres colores, falleció prematuramente; Polanski y Skolimowski hacen cine internacional, con muy diferente fortuna (las películas de Roman se esperan como acontecimientos, mientras que las de Jerzy, lamentablemente, no concitan tanto entusiasmo, aunque lo merecían); Zanussi, también ya muy mayor, rueda filmes muy lejanos de sus grandes Iluminación o Balance matrimonial; Agnieszka Holland, que tampoco fue de los mejores de la clase, se dedica en los últimos años a productos televisivos sin mayor relieve.

Así las cosas, el hecho de que haya un nuevo valor como Pawel Pawlikowski (de tan complicado apellido…) resulta reconfortante, y nos hace creer que hay un futuro interesante para el cine polaco. Pawel es, ciertamente, un caso poco usual, pues ha hecho gran parte de su carrera fuera de Polonia, e incluso reside fuera del país. No obstante, filmes como este Ida evidencian que, lejos de perder sus raíces, las tiene bien asentadas en la tierra de Conrad, de Wojtyla, de Chopin y de Copérnico.

Ida es una película ambientada en la Polonia de principios de los años sesenta: una novicia, próxima a formalizar sus votos como monja, es enviada por la madre superiora a su única pariente, su tía, antes de que proceda a comprometerse definitivamente, como una prueba de que su futuro es la vida dedicada a Dios. El encuentro con su tía (una juez de mediana edad, que conoció tiempos mejores, de vida algo disoluta) la enfrenta con una verdad desconocida: sus padres, judíos, fueron asesinados por sus vecinos, en un crimen de claro corte antisemita, y enterrados en algún lugar ignoto. Comienzan ambas entonces un periplo intentando descubrir qué ocurrió realmente, quiénes los mataron, por qué lo hicieron. En ese viaje ambas, a pesar de la distancia que las separa, aprenderán a respetarse, quizá a amarse. Ambas, también, cambiarán sus vidas, de forma tan distinta.

Pawlikowski plantea su filme desde una doble perspectiva: estilísticamente apuesta por la recreación puntillosa, sin subrayados, del tiempo histórico en el que se ambienta: esa grisura típica de la sociedad comunista de la época, esa tristeza como monacal, ese adocenamiento ministerial…; temática, conceptualmente, el filme de Pawlikowski es de una austeridad espartana: a ratos recuerda el cine lacónico de Bresson, de Kaurismäki: curiosamente, sus mejores momentos coinciden precisamente con las escenas sin diálogos, tan abundantes; cuando hablan los personajes, parece como si la callada intensidad emocional se perdiera.

Cine sobre el descubrimiento de las raíces, pero también sobre la fragilidad del ser humano y la capacidad para la abyección que anida, latente, en toda persona, Ida resulta ser un muy interesante drama en do menor, una obra modesta pero no por ello menos estimulante, una aproximación hacia los recovecos, tan inciertos, del alma humana.

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78'

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Ida - by , May 17, 2014
3 / 5 stars
La monja judía