Pelicula:

El cine sobre los supremacistas blancos norteamericanos tiene ya una filmografía apreciable, con títulos como El sendero de la traición (1988), de Costa-Gavras, American History X (1998), de Tony Kaye, y El creyente (2001), de Harry Bean, entre otros. Imperium pertenece a esta misma especie, un filme que bucea en ese submundo de los que piensan que los blancos son superiores al resto de las razas y que consideran que la pérdida de la Segunda Guerra Mundial por parte de los nazis fue una mala noticia.

En ese contexto, el novato director y guionista Daniel Ragussis ha montado este filme independiente que se basa en una historia real, la del agente del FBI Michael German (lo del apellido no deja de ser curioso, dado el tema: literalmente, “alemán”…), que ya en este siglo XXI se infiltró en las redes de los supremacistas para intentar que estos no aprovecharan para su causa varios barriles de cesio que habían entrado ilegalmente en el país, y que se sospechaba por parte de la Oficina Federal de Investigación que estaban en sus manos. El agente, en principio más dedicado a tareas de análisis que a trabajos de campo, será convencido por una veterana compañera de la importancia de esta infiltración para detener una catástrofe que podría dejar en pañales la del 11-S…

Ragussis no es, al menos por ahora, un cineasta personal: rueda más bien rutinariamente, casi en plan TV-movie, y donde mejor podía lucirse, en las escenas en las que este topo en el infierno está en apuros cuando se pone en duda su lealtad a la causa en la que se ha infiltrado, están planificadas con una torpeza digna de mejor causa; donde debería haber tensión no hay sino bostezo, donde debería haber suspense no hay intriga alguna.

Lástima, porque el tema siempre lacerante de estos grupúsculos (que en los USA tienen una larga y abyecta tradición, que se remonta al más que centenario Ku Klux Klan) es materia candente que, lamentablemente, sigue estando en primera plana. Además, un guion no especialmente brillante hace que los execrables “speeches” de los personajes supremacistas no tengan la correspondiente contestación que ponga en su sitio tanta majadería, tanta bravata, tanta mentira como proclaman los que propugnan la superioridad aria. Es, seguramente, un error de guion, aunque el resultado es más bien contrario a lo que se supone debería fomentar.

Ragussis tenía hasta ahora la experiencia de solo dos cortos, Word is bond (2003) y Haber (2008), habiendo sido el (relativo) éxito de este último, premiado en varios certámenes, el que probablemente le abrió la puerta a este nuevo empeño de más calado. También la aparición al frente del reparto de Daniel Radcliffe ha debido ser determinante. Radcliffe, por cierto, sigue buscando alejarse de la etiqueta que le endilgó, seguramente para siempre, su protagonismo en la serie Harry Potter, pero ciertamente continúa confirmando sus limitaciones actorales, aunque debe reconocerse su empeño y esfuerzo en transmitir otra impresión. De los demás nos quedamos con una Toni Collette que suele frecuentar más la comedia, y que aquí hace de agente del FBI de colmillo retorcido, aunque para el director eso parece resumirse en fumar dentro de una oficina federal y masticar chicle constantemente: ¡uy, sí, qué retorcido tiene el colmillo…!


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109'

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Imperium - by , Mar 23, 2017
1 / 5 stars
Topo en el infierno