Salomé

El séptimo musical de Carlos Saura (ver Artículo de Fondo en CRITICALIA, titulado Carlos Saura: bailar sin oscuridad) es una obra madura que recoge todo lo que de positivo hay en el cine bailable del cineasta aragonés, aunque es cierto que parece quedarse algo corto. No es tan ambicioso como el Carmen que hizo con Gades y Laura del Sol, seguramente su musical mejor acabado, ni coreográficamente tan bello como Tango, quizá su más hermoso filme con bailes, menoscabado por la manía de Saura de trufarla de amor y vindicación contra la dictadura argentina.

Pero este Salomé que parte de una idea de la bailarina y ex directora del Ballet Nacional de España, Aida Gómez, es un filme interesante, que parece volver a los orígenes de los musicales saurianos; así, el prólogo de casi media hora recuerda, con sus preparativos, ensayos, confesiones de los artistas sobre su vida privada, al primigenio Bodas de sangre, la primera vez que Saura llevó a la pantalla una obra de carácter musical; también es cierto que la coreografía con las pértigas que usa Herodes como símbolo ostentoso de su poder, recuerda grandemente a la de los bastones que era uno de los mejores números de Carmen.

Hay, también, ideas nuevas, como esa curiosa y arriesgada forma de dar la cabeza cortada del Bautista, con el actor y bailarín que le da vida embutido en una túnica negra que sobresale de una especie de gola en forma de... bandeja, claro. La luz la ponen esta vez José Luis López Linares y Teo Delgado, y recuerda poderosamente a la que Vittorio Storaro utilizara para iluminar Flamenco y Tango, sin que ello suponga un demérito sino una alabanza, pues han sabido conectar con lo que quería Saura.

De las dos partes que compone la película, la primera, ese prólogo con los preparativos de la función, es la más floja, con un dubitativo Pere Arquillué como director, al que no te lo crees en ningún momento, quizá porque no da el papel que podría haber bordado otro actor con más personalidad y dotes de mando. Este Arquillué (al que ya vimos en el anterior título sauriano, Buñuel y la Mesa del Rey Salomón) no parece capaz de dirigir ni la reunión de la comunidad de vecinos de su casa, así que ya me dirán toda una película musical...