Bajo el manto protector de Almodóvar (quien, sin embargo, en una torpeza de marca mayor, no la arropa con el correspondiente crédito de "Pedro Almodóvar presenta..."), la guionista Mónica Laguna se estrena en la realización con esta bienintencionada comedia que quiere ser la cara amable de ese nuevo cine español que, con títulos como "El día de la bestia" o "Salto al vacío", presentaba hasta ahora temas sombríos o ultraviolentos.
Pero "Tengo una casa" no alcanza en ningún momento ese estado de gracia propio de la comedia en el que sus elementos se engarzan con sencillez y claridad; por el contrario, el guión, que se evidencia como lo más débil del filme, presenta grandes fisuras y cambios de dirección, sin terminar de perfilar las varias y endebles historias paralelas que lo pueblan, con personajes que quieren ser paradigmáticos de hoy pero que con frecuencia parecen más bien marcianos. Sin embargo, la realización es muy correcta, presagiando una futura directora de vigoroso trazo que podrá obtener mejores resultados cuando cuente con buenos guiones ajenos o pula suficientemente los propios, y a ser posible nos hable de cosas de aquí y no de Plutón
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