Esta película se pudo ver en la Sección Oficial del Sevilla Festival de Cine de 2013 (SEFF’13).Lukas Moodysson es un cineasta sueco que tiene una carrera de cierta consideración, y buena parte además ha trascendido las fronteras de su país de origen, como es el caso de Mamut. Es un cineasta ecléctico, que suele tocar temas y géneros diversos, gustando de no repetirse. De esta forma, si en Mamut planteaba un drama de corte familiar sobre la dificultad de los padres en la vida actual para poder atender personalmente a sus hijos, ahora cambia radicalmente el registro y se va a una comedia con preadolescentes, de época (los años ochenta ya lo son, y si no, que se lo digan a los pantalones de campana…), de corte musical, con dos chicas bastante rebeldes, una de ellas medio punki y la otra medio chalada, ambas con menos sesos que un mosquito, que dan en constituir un grupo de corte punk más que nada para fastidiar a un grupito de heavies cargantes. De esa primera intención (joder por joder, lo llamamos en mi pueblo) saldrá algún interés por hacer canción-protesta, para lo cual lo primero que tienen que hacer es aprender a tocar algún instrumento (la pandereta ya se sabe que no cuenta como tal), para lo que no se les ocurre otra cosa que fichar a una adolescente rubia como la Sigrid de Thule, la novia del Capitán Trueno, y más cristiana que Rouco Varela, fichaje algo extraño cuando ellas son ateas declaradas. La cristiana resulta ser tirando a débil mental, así que las otras dos descerebradas le causarán algún que otro problema; nada que no se pueda arreglar con el tiempo: como dicen en mi pueblo, “burro trasquilao, a los ocho días emparejao…”.
Comedia musical y de prepúberes, We are the best recoge con acierto aquel tiempo feliz que la Historia probablemente llamará la Década Dichosa, aquella en la que todo pareció perfecto por una vez. Esa joie de vivre (no sé como se dirá en sueco…), esa alegría de vivir contagiosa de aquellos tiempos en los que todo era posible lo da Moodysson con un guion algo irregular, que combina aciertos parciales con bajadas de tono bastante lamentables.
Divertido con frecuencia, las trapisondas de estas dos mentecatas y su socia la beatita resultan graciosas y en algunos momentos incluso reivindicativas. Hay que reconocer que Moodysson es un cineasta con estilo, haciendo gala de una dirección solvente. Eso sí, buena parte del (relativo, tampoco hay que tirar cohetes) mérito del filme recae en la interpretación de las dos protagonistas, dos niñas que, si hicieran de niños, resultarían más creíbles: esos rostros, que no pueden ser más masculinos...
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102'
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We are the best -
by Enrique Colmena,
Nov 12, 2013
Vaya tres patas para un banco...
2 /
5 stars