Sobre esta película de Shohei lmamura, situada temporalmente entre La balada de Narayama y Lluvia negra, habría que comenzar aclarando que un "zegen" es un comerciante de mujeres, y en este caso concreto de "karayuki" o prostitutas emigradas. Porque la película está basada en una historia real, en las memorias de Iheiji Muraoka, un curioso personaje, comprensivo, "honesto" a su manera, inculto, ingenuo e incapaz de ver más allá de los acontecimientos inmediatos a pesar de ser un acérrimo imperialista, que adora a su emperador aunque no lo conoce y que en bien de su causa y de la expansión nipona sueña con que algún día se cree el “prostíbulo nacional“, como forma de servicio a la nación.La película peca de extensa y al mismo tiempo de reiterativa, insistiendo una y otra vez en el mismo tema que en esencia ya se expone en la primera parte. La intención de Imamura era la de proyectar el punto de partida del nacionalismo de la Era Meiji. Y esto lo hace tratando de huir del melodrama, aunque no siempre lo consigue, y dando a la cinta un tono patético pero al mismo tiempo divertido en ocasiones, con algunos momentos logrados gracias a la maestría de su director. No obstante algo falla en esta mirada crítica y despiadada del realizador sobre una época de su país que comienza a principios de siglo y termina con la Segunda Guerra Mundial. Una visión atrozmente crítica aún a costa de ser excesivamente simplista y de no por ello perdonar a las instituciones. Buen trabajo de Ken Ogata y Mitsuko Baisho.
Dirigida por
Interpretada por
Género
Nacionalidad
Duración
124'
Año de producción
Zegen, el señor de los burdeles -
by Francisco Casado López,
Dec 11, 2012
Crítica y despiadada
2 /
5 stars