Esta serie está disponible en los catálogos de HBO Max, Movistar+ y RTVE/Player.
Russell T. Davies (nacido Stephen Russell Davies; Swansea, Gales, 1963) es un guionista, productor y creador de series tan conocidas como Queer as Folk o el “reboot” iniciado en 2005 de Doctor Who, la mítica serie cuasi sexagenaria de ciencia ficción. Sus créditos abarcan muchas series de éxito británicas y norteamericanas de los últimos treinta años. Uno de sus últimos triunfos artísticos es precisamente esta Years and years, miniserie de 6 capítulos que, partiendo de 2019, imagina cómo podría ser el futuro en el Reino Unido en los siguientes 15 años, centrándose en una amplia familia de Manchester, de clase media, que cada fin de año celebra una reunión festiva en torno a la matriarca del clan, la abuela Muriel.
La familia está compuesta además por los hermanos Stephen y su mujer Celeste, ambos profesionales urbanos; Rosie, aquejada de espina bífida, lo que limita importantemente su capacidad de andar; Edith, activista medioambiental y de otras causas sociales; y Daniel, funcionario del ayuntamiento y de orientación homosexual, casado, aunque su relación con su marido da muestras de agotamiento. Stephen y Rosie tienen hijos de sus respectivas parejas actuales o pasadas. A lo largo de los seis capítulos conoceremos cómo la vida en el Reino Unido se va haciendo cada vez más difícil, con varias graves crisis tales como el ataque de un misil nuclear norteamericano a una isla china o una crisis bancaria a cuyo lado el “corralito” argentino sería una anécdota.
Los temas de la serie son muchos, todos de actualidad y razonablemente bien trenzados, con fuerza y vigor: así, tendremos el problema de la inmigración ilegal y el pánico de las masas manipulado para obtener beneficio político; el ascenso imparable de los populismos en Europa; la tentación del autoritarismo arbitrario; la crisis climática, que propicia grandes desastres naturales; la progresiva y cada vez más creciente imbricación entre tecnología y biología humana...; pero también habrá lugar, claro está, para los temas personales de siempre, temas más íntimos, como la infidelidad, el amor a todo trance, la desafección, el odio, la traición...
Years and years se conforma de esta manera como un atractivo puzle de situaciones y de temáticas contemporáneas, urdidas con habilidad por Russell T. Davies que, ciertamente, consigue uno de sus éxitos más sonados de los últimos tiempos, en una historia que tiene mucho de distópica, en un país, el Reino Unido, en el que pasará casi de todo, pero hecho de tal manera que resulte creíble, como la ascensión de una ambiciosa lideresa que parece una mezcla de Margaret Thatcher, Esperanza Aguirre, Marine LePen y Rocío Monasterio, una auténtica encantadora de serpientes que sabrá dar con las teclas demagógicas adecuadas para encumbrarse y llegar al número 10 de Downing Street, incluso con votos de gentes presuntamente opuestas a su ideología; algo, por cierto, que bebe en la realidad de los hechos: así, es sabido que partidos ultras como Alternativa en Alemania, Front National en Francia e incluso Vox en España, reciben numerosos votos también de graneros históricamente volcados con la izquierda.
Cada uno de los seis capítulos, fieles a la tradición del “cliffhanger”, acaba en punta, con frecuencia con alguna gran catástrofe bien nacional, bien mundial, bien personal, que hará estremecer a los personajes de la serie y, en muchos casos, cambiarán sus vidas radicalmente, tanto económica como vital y sentimentalmente.
Evidentemente, Years and years es sobre todo una acre crítica del populismo y de la facilidad y el desparpajo más desvergonzado con los que este nuevo caballo del Apocalipsis escala a lomos de la demagogia más burda pero también más efectiva para sus infames intereses.
Puesta en escena con verosimilitud a pesar de lo fantástico (o quizá no tanto...) de algunas de sus propuestas, Years and years se confirmó como uno de los nuevos éxitos audiovisuales de Davies, con nominaciones a premios de toda laya. A ello, evidentemente, no fue ajena la potencia de la propuesta dramática urdida por el veterano creador galés, pero también el muy interesante trabajo de un elenco artístico muy motivado, con la gran Emma Thompson al frente, en un papel que, ciertamente, ella hace odioso, como tenía que ser, dando auténtico miedo como una imaginaria lideresa populista de imprevisibles reacciones, con incalculables repercusiones en la vida diaria de la ciudadanía. Del resto del reparto nos han gustado especialmente Rory Kinnear, fantástico en su papel de “pringao” al que todo le sale mal, pero también la estupenda T’Nia Miller, que hace de su sufrida esposa, cuya interpretación aquí a buen seguro fue la clave para que Alejandro Amenábar la eligiera para su miniserie La fortuna. También destacaremos la sabiduría de la veteranísima (tenía 84 años cuando hizo este papel) Anne Reid, la materfamilias de todos ellos, y la entrega a su personaje del joven Russell Tovey, cuyas orejas de soplillo le permitirían encarnar con solvencia al príncipe Carlos de Inglaterra, pero que aquí se convierte en el epítome del amor a todo trance, en cuyo altar estará dispuesto a sacrificarlo todo (siendo todo, literalmente, todo...).