Enrique Colmena

Coincidiendo con el vigésimo quinto aniversario del rodaje de "Alien: El octavo pasajero", se repone con honores de estreno el consabido "montaje del director", aunque ya sabemos que tras ese rimbombante subtítulo casi siempre se esconde el mero añadido de algunas escenas descartadas del montaje original, más un remasterizado y digitalizado para que sonido e imagen luzcan como si se hubieran hecho un "lifting", y poco más. Pero con independencia de ello, lo cierto es que esta reposición nos recuerda hasta qué punto esta película ha marcado con su impronta todo el cine de terror fantástico y de ciencia ficción del último cuarto de siglo. La estela del iniciático filme de Ridley Scott se ha prolongado en tres títulos más de la propia saga, desde el segundo capítulo, "Aliens", dirigido por James Cameron (sí, el de "Titanic" y los dos primeros "Terminator"), que perdía parte de la fuerza del original al presentar a un auténtico ejército de extraterrestres y mostrar más que sugerir, que era una de las virtudes del primero de la serie; "Alien3", de David Fincher (el de "Seven" y "The game") de opresivo ambiente claustrofóbico; y "Alien resurrección", de Jean-Pierre Jeunet (efectivamente, el de "Delicatessen" y "Amelie"), que se apuntaba a la moda de la clonación y presentaba a la teniente Ripley cruzada con un alienígena, que ya es imaginación. Pero la enorme influencia de "Alien" se ha dejado sentir, sobre todo, en el diseño del monstruo de otras muchas películas del género que no pertenecen a la saga, desde el reciente extraterrestre de "Señales", de M. Night Shyamalan, al que ha de enfrentarse Mel Gilbson, y que parece un primo de mejor familia (aunque con modales casi tan rudos) del diseñado por H.R. Giger y creado por Carlo Rambaldi para el filme de Scott, hasta el de "Independence Day", que es un monstruo enorme, feo y descomunal, primo segundo del "octavo pasajero"; sin olvidar otros sobrinos quizá menos parecidos pero cortados por la misma y primigenia tijera, con un evidente aire de familia, como los de "Species" o "The relic". Pero el que quizá sea su pariente más cercano, tanto por diseño como por aptitudes y mala leche, sea el que aparecía en el díptico de "Depredador", donde el extraterrestre tiene pinta de hermanastro de nuestro monstruito, con aficiones cinegéticas y chiflado por el camuflaje; mira por donde, estas dos bestias están llamadas a encontrarse, y ya está en pre-producción el proyecto "Alien contra Depredador", bajo la batuta de Paul W.S. Anderson (el de "Mortal Combat" y "Residente Evil", lo que no es precisamente un aval...), que nos llegará previsiblemente para finales de 2004.