Pelicula:

¿Saben aquel que “diu”? Un hombre, en el zoo, está mirando la jaula de los pájaros. Le pregunta a otro hombre que está a su lado, ¿sabe cómo se llama este pájaro? Lo ignoro, le contesta el otro; y el primer hombre dice, de lo más ufano, qué “loignorito” más bonito…

Ese chiste, que no sé si lo contaba el grande, y malogrado, y estupendo Eugenio (humorista catalán precozmente fallecido, famoso por su flema, su seny en su noble oficio de arrancar sonrisas al personal), pero que si no fue el caso, hubiera merecido que lo contara, me venía a las mientes viendo esta Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia, premiada en el Festival de Venecia de 2014 con su máximo galardón, el León de Oro, que se pregunta uno cómo serían las demás para que ésta se llevara el premio gordo…

Porque Una paloma… no es sino una acumulación de lugares comunes, de tópicos de toda laya, todos con intención muy trascendente, como la muerte, que se nos da en diversas formas, desde la más inane del que se muere en su casa mientras intenta abrir una botella de vino, hasta la vieja en el lecho de muerte, aferrada a sus tesoros mientras sus herederos quieren arrebatárselos; también tendremos como gran tema la guerra, con un larguísimo plano secuencia en un bar en el que aparece, en una intersección espacio-temporal, nada menos que el rey de Suecia en el siglo XIX, presto a derrotar al ruso que, lógicamente, le zurra la badana.


Tendremos también una denuncia del abuso de poder que supone toda jerarquía sin contrapesos, una invectiva contra el esclavismo y contra las prácticas científicas con animales, y ya en temas de menor engolamiento, hablará de la amistad y su ruptura, de la soledad, el capitalismo, la responsabilidad… todo ello dado en cuadros como de una exposición, con planos fijos en ocasiones interminables, y un “look” visual que recuerda, actualizado, el aspecto de las películas de Tati y también el hieratismo de las de Aki Kaurismäki, aunque desde luego el director Roy Andersson no le llega ni a la suela de los zapatos a ninguno de los dos.

Demasiadas referencias y demasiado poco interés en esta sucesión de obviedades, que la crítica instalada (y me temo que poco reflexiva: podrían tomar ejemplo de la paloma del título…) ha encumbrado, como hicieron los miembros del jurado oficial en Venecia, que no se sabe qué clase de alpiste tomaron para considerar ésta la mejor película del certamen veneciano.


Ya que estamos hablando de referencias más o menos cultistas, no sería ocioso, hablando del papanatismo que está suscitando esta nadería entre la crítica, recordar el cuento del rey al que los pícaros de turno vistieron, supuestamente, con un inexistente traje cuya “visión” estaba reservada exclusivamente a los ciudadanos honestos y probos, y claro, todos lo veían elegantísimo…

Andersson nos interesó más en su anterior filme (rodado en 2007, y el anterior a ése lo hizo en el 2000: está visto que le toca una película cada siete años…), La comedia de la vida (Du levande en el título original), donde el humor surrealista y absurdo alcanzaba momentos excelentes, junto con otros manifiestamente inferiores. Pero aquí parece que ha querido ponerse serio, y me temo que para conseguir algo interesante en esta nueva línea le falta todavía bastante.

Ah, por cierto: el rey estaba desnudo…



Dirigida por

Interpretada por

Género

Duración

101'

Año de producción

Trailer

Una paloma se posó en una rama a reflexionar sobre la existencia - by , Jun 04, 2015
1 / 5 stars
Un “loignorito” muy bonito