Con la llegada de los agentes secretos del tipo de James Bond y compañeros mártires, que durante tanto tiempo estuvieron de moda, copiados por todas las cinematografías, parecía que se habían perdido las películas de espionaje, de robo de secretos oficiales, de agentes dobles que pasaban documentación al enemigo que resultaban tan emocionantes. Por ello sorprende ver un film de esta clase, que nos llega con un poco de retraso, que se basa en un sucedido real.El guion de Christian Carion y Eric Raynaud adapta el libro Bonjour Farewell, escrito por Serguei Kostine, que cuenta la relación que mantuvieron en 1981 en la Unión Soviética, Vladimir Vetrov, conocido como el General Gregoriev de la KGB, y el ingeniero Pierre Froment, que vivía en Moscú por su trabajo para la multinacional Thompson.
Los dos llevaron a cabo lo que Ronald Reagan calificó del más grande complot de la historia del espionaje, en el que se vieron implicados él y el presidente francés François Mitterrand. No se trata pues de una historia de superagentes, sino de dos hombres normales que asumieron este trabajo, el uno por idealismo tras la decepción que le produjo la última etapa de mandato de Brezhniev, el otro obligado por su jefe. En sus contactos cada día más frecuentes ambos toman conciencia de que se juegan sus vidas y las de sus familias, que ponen en peligro en cada nueva misión.
Cinta de espías clásica, realista, que recuerda a las de este género de los años 60 y 70 sobre la guerra fría, las traiciones, el Telón de Acero y los agentes dobles, que tiene una parte real, la del espionaje, y otra de ficción, la relación de estos hombres con sus respectivas familias, las mentiras que uno dice a su esposa para realizar este trabajo o las infidelidades que comete el otro con la suya.
Película clásica, en la temática y en la forma de su puesta en imágenes, en la que se lleva de manera paralela el drama personal y el espionaje. En este aspecto no se complica mucho la vida, va al grano, con una trama sencilla, sin nombres en clave que embarullen su comprensión y sin mucho suspense. En este sentido, resulta demasiado fácil el robo de documentos. Por otra parte tan solo aparece la acción en el último tramo y no de manera muy intensa, siendo algo fría en ese apartado.
Un film sobrio, que prende el interés del espectador desde el comienzo tanto por su historia como por su correcta dirección que lleva a cabo Christian Carion, realizador de títulos interesantes como La chica de París (2001) y Feliz Navidad (2005), siendo éste el tercer largometraje de su todavía corta filmografía.
Hace un sobrio trabajo la pareja de actores-directores Guillaume Canet y Emir Kusturica sobre los que recae buena parte del peso de esta producción.
Dirigida por
Interpretada por
Género
Nacionalidad
Duración
113'
Año de producción
Trailer
El caso Farewell -
by Francisco Casado López,
Sep 23, 2011
Un clásico film de espionaje
2 /
5 stars