Pelicula:

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Costa Rica, en términos audiovisuales, tiene una producción a lo largo de toda su historia, hasta 2019, según la IMDb, de poco más de 450 títulos, entre largos, cortos, series de televisión, miniseries, TV-movies, telefilms, etc. Quiere decirse que, evidentemente, no es una potencia en este campo y además, casi siempre, esa producción es para consumo interno, sin repercusión internacional. No obstante, de vez en cuando consigue que algunos de sus films trasciendan sus propias fronteras; en esos casos, el hecho de estar coproducido por un país europeo, generalmente España, por obvias razones culturales e idiomáticas, ayuda, y de qué manera. Estamos ante esa circunstancia: El despertar de las hormigas es un esforzado largometraje costarricense, hecho en coproducción con España, cuya génesis parte de un cortometraje de 18 minutos que llamó la atención hace unos años, titulado de forma parecida: El despertar de las hormigas: Niñez (2016).

Con esa tarjeta de presentación, la guionista y directora Antonella Sudasassi, costarricense de origen italiano, ha manufacturado esta esforzada, interesante, a ratos lánguida dramedia, la historia de una mujer hacia la treintena, Isabel, que vive en un pueblito de Costa Rica con su marido, Alcides, y sus hijas de 9 y 5 años, Valery y Nicole. La familia tiene ciertas estrecheces económicas, aunque él trabaja fuera de casa y ella se desempeña (además de en las tareas domésticas) cosiendo para amigas y vecinas en una estancia de su hogar. Alcides quiere tener un tercer niño, deseando que sea un varón, pero la mujer se resiste: cree que, aparte de las estrecheces económicas que ya tienen que sufrir, esa ampliación de la familia le impediría seguir adelante con su sueño de establecer un pequeño negocio de corte y confección en un local alquilado “ad hoc”...

Tiene el film de Sudasassi el valor de lo real, del tono cuasi documental, de la pátina costumbrista que se fija en los detalles del hogar, de la vida cotidiana, en las dulces tonterías de las niñas en permanente pugna entre sí, escudriñando con frecuencia con la cámara como si fuera (sin serlo) oculta, como si nos coláramos en un modesto hogar costarricense con sus cónyuges y sus hijas, en su dulce devenir diario. Tiene también el valor de la progresiva toma de conciencia, como en tono menor, de la mujer, que se da cuenta de que esa tercera maternidad terminaría por laminar su humilde sueño de poder gestionar un pequeño negocio en el que realizarse personalmente, en el que ser ella misma, no solo “la mujer de”, “la madre de”. Esa rebeldía como en solfa, como en voz baja, es una de las virtudes de este film pequeño pero agradecido.

Tiene, sin embargo, El despertar de las hormigas, de tan hermoso título, también sus errores, como un metraje un tanto alargado, como si la directora, que cuajó en 18 minutos en su anterior cortometraje (de alguna forma bosquejo de este largo) de similar título, no hubiera sabido ahora conferirle el tempo adecuado, el tono requerido, y con cierta frecuencia lo que sucede resulta irrelevante, aunque quiera ser simplemente una mirada hacia la cotidianidad, una visión desde cierto costumbrismo. Virtud y defecto a la vez, en último extremo ese deseo de acercamiento al día a día de una familia modesta termina agradando, llegando al espectador por su intención de proximidad, por su búsqueda de un a modo de naturalismo consuetudinario.

Película entonces irregular pero que gusta por su intención y por sus modos, El despertar de las hormigas nos recuerda, por si fuera necesario, cuánto falta todavía para que los roles sexuales, los roles de género, converjan en una plenitud, en una igualdad, que evidentemente en sociedades del Tercer Mundo (porque Costa Rica, o al menos la colectividad que aquí se nos representa, está obviamente incardinada en él) es una asignatura aún más pendiente que en el llamado Primer Mundo. Un final en anticlímax y muy abierto permite, sin embargo, abrigar esperanzas en ese sentido. Ojalá no sea solo en la ficción...

Buen trabajo de la protagonista, Daniela Valenciano, sobre la que recae todo el peso de la trama, que ella resuelve con sabiduría a pesar de su nula experiencia cinematográfica, siendo hasta ahora solo actriz de teatro: pero está claro que las tablas de la escena la han dotado de una indudable sensibilidad artística.


(31-07-2019)


 


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94'

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El despertar de las hormigas - by , Jun 26, 2020
2 / 5 stars
Una rebeldía en tono menor