Pelicula:

John le Carré es un nombre fundamental en la novela de espionaje. Sin llegar a la altura filosófica y casi metafísica de un Graham Greene, lo cierto es que su obra se eleva sobre la habitual elementalidad de un Ian Fleming y su James Bond 007. Sus protagonistas son siempre espías torturados por problemas familiares o conyugales, como le sucede a Smiley, o de corte cuasi existencialista, como le  pasa a Alec Leamas, el personaje central de esta El espía que surgió del frío, que fue la primera adaptación a la pantalla de una novela de le Carré.

Para llevar al cine esta novela fue escogido el norteamericano Martin Ritt, que había estado en la Lista Negra de Hollywood por sus relaciones con el Partido Comunista de Estados Unidos, así que una historia en la que aparecían comunistas británicos y de países de detrás del llamado Telón de Acero, parece que le iba bien. Y así fue, porque Ritt consiguió un film duro, ascético, en el que los comunistas no salen bien parados, pero tampoco los capitalistas, enzarzados en una lucha de poder en la que habrá que sacrificar (o no) sentimientos como el amor.

Alec Leamas, veterano agente de la inteligencia británica, está desmotivado tras su último caso en el que le mataron en su cara al agente que debía recuperar de la RDA. Control, su jefe, le sugiere un dorado retiro en una oficina, pero Leamas no está por la labor: está infectado del virus de la acción, del trabajo de campo, y no concibe dedicarse al papeleo. Entonces le encargan una compleja misión: desactivar al jefe de los espías de la República Democrática Alemana, Mundt, que es quien les está dando más dolores de cabeza; para ello, Alec tendrá que realizar una arriesgada maniobra para que pueda ser considerado un agente doble...

Tiene El espía que surgió del frío dos temas, íntimamente imbricados: la lucha política para desestabilizar al adversario, para lo que habrá que jugar dobles y triples cartas, jugadas de astucia con las que engañar al enemigo; y el amor, el amor entre desiguales, un espía británico, capitalista aunque en buena medida ya, a esas alturas, nihilista, y una comunista inglesa, convencida de su ideario pero, a la vez, rendida al amor hacia el hombre de su vida.

Esa conjunción se resuelve satisfactoriamente en esta historia con dobleces y giros de guion que, sin embargo, no suenan a falsos, a postizos, como tan frecuente es en el thriller, no digamos en el del siglo XXI. Este mantiene la coherencia de la que este tipo de historias hacía gala en el siglo XX, afortunadamente, una historia sobriamente filmada en un blanco y negro casi expresionista (tan adecuado, dado que buena parte se ambienta en Alemania), vigorosamente contada por un cineasta personal y talentoso como Ritt, al que probablemente estar represaliado en la Caza de Brujas le impidió una carrera más importante, sin ser despreciable, ni mucho menos, la que finalmente pudo llevar a cabo.

Buen trabajo actoral, con un Richard Burton que es un impecable agente, pero también un hombre amargado y lleno de contradicciones, que solo se sentirá vivir y revivir cuando prenda en él ese sentimiento tan raro, tan difícil, tan explosivo como el amor. Claire Bloom le da adecuada réplica, la mujer capaz de poner en solfa todo lo que cree por el amor de un hombre. Los secundarios, estupendos, desde Cyril Cusack a Sam Wanamaker, pasando por Oskar Werner, tres años después de hacer para Truffaut el papel de su vida en Jules et Jim.

(12-02-2020)


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112'

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El espía que surgió del frío - by , Feb 12, 2020
3 / 5 stars
Thriller sobrio, casi expresionista