Pelicula:

Esta película se pudo ver en la Sección Oficial del Sevilla Festival de Cine Europeo 2017 (SEFF’17).

Václav Kadrnka es un guionista y director checo, cuarentón, formado en teatro en el Reino Unido, habiendo completado su educación artística en la prestigiosa institución Film and TV School of Academy of Performing Arts in Prague (FAMU) de su país. Además de varios cortos, hasta la fecha ha rodado dos largometrajes, Eighty letters (2011), de corte autobiográfico familiar, que fue premiado en el Festival de Tesalónica, y ahora este Little Crusader.

Lo cierto es que su película es, cuando menos, peculiar: ajena a todo tipo de convenciones habituales en cine, parece enteramente un cuento de hadas. Y de hecho está inspirado en el poema Svojanovsky krizácek, del bardo checo del siglo XIX (aunque murió en el XX) Jaroslav Vrchlick. A partir de ese texto, Kadrnka y sus guionistas montan una ingenua historia, ambientada temporalmente (pero también sentimentalmente) hacia el siglo XIII, jugando con el mito de la Cruzada de los Niños que supuestamente habrían de tomar Jerusalén y los Lugares Sagrados. En ese contexto, el hijo de uno de los señores de la época da en escaparse del castillo familiar para acudir a semejante y desproporcionada aventura; el padre le seguirá (como el soldado a Adelita en la canción de Jorge Negrete…) por tierra y por mar.

Con un lenguaje muy primario, premeditadamente ingenuo, casi abstracto, el director va desgranando las peripecias de este padre en busca de su hijo, en un viaje inverso (en cuanto a la filiación/paternidad) al de Marco buscando a su madre. Kadrnka explora un estilo muy peculiar, con escasísimos diálogos e imágenes que evocan poderosamente la tradición de los tableaux vivants, o de las pinturas bizantinas, de un despojamiento absoluto y con una abrumadora presencia del blanco como color predominante, en una obvia alusión a la pureza del niño errante, pero también del amor sin mácula y sin medida del padre en busca del hijo.

Lo malo es que todo eso se nos cuenta a lo largo de una hora y media de metraje, cuando con treinta minutos hubiera tenido más que suficiente. No hay historia para tanto tiempo, y lo que en un corto hubiera resultado atractivo por su estilo, su lenguaje casi feérico, a ratos hipnótico, en noventa minutos se hace eterno, con esa ausencia total de elipsis que hace que sigamos a los personajes extenuantemente en sus caminatas o cabalgadas, en especial del padre, que es quien lleva sobre sí el peso del film.

Así las cosas, Little crusader queda como una extravagancia simpática, pero cinematográficamente no aporta nada nuevo, más allá de confirmar que en cine cabe todo, incluso ensayos como éste que no saben cuál es su medida.


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87'

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Little Crusader - by , Nov 12, 2017
1 / 5 stars
Érase una vez un cruzadito...