Pelicula:

La anécdota es conocida: Lola Flores actúo por primera vez en Nueva York a principios de los años cincuenta. Al día siguiente, en uno de los diarios más prestigiosos de la Gran Manzana, la crítica de su espectáculo se limitaba a una sola línea: “Ni canta ni baila: no se la pierdan”. Y es que la llamada La Faraona y también la Lola de España, sobre un escenario, era un torbellino, una fuerza de la naturaleza, una de esas artistas irrepetibles de las que surgen una cada cien años, si es que surgen…


Era de esperar que el cine se ocupara de su legendaria figura. Miguel Hermoso ha optado por un “biopic” respetuoso, una especie de biografía autorizada de la diva flamenca, pero que, sin embargo, no elude algunos de los aspectos más espinosos de su vida, como el aborto clandestino al que se vio abocada siendo muy joven, o las diversas relaciones que mantuvo con varios hombres, entre ellos el futbolista culé Gustavo Biosca. Pero donde el film se vuelve en verdad vidrioso (y con ello gana en fuerza cinematográfica, que ciertamente no le falta) es justamente en su tormentosa relación con el hombre que la descubrió para el espectáculo, el temperamental Manolo Caracol, un genio con muy mal genio, si hay que creer a lo narrado en la película. Pero de ese choque de trenes que eran los fortísimos caracteres de Lola y Caracol surge lo mejor del film, es donde Hermoso se siente a gusto, enfrentando a sus actores, que se convierten entonces, más que nunca, en sus personajes; en especial está brillante José Luis García Pérez, espléndido en su sanguíneo, colérico, efervescente Caracol, si bien es cierto que en los playbacks no anda muy fino…


Es verdad que en algunos momentos se ronda peligrosamente el “biopic” estilo años cincuenta, con esos aplausos desaforados y como a cámara rápida en las actuaciones de la Faraona, pero parece más bien un peaje a pagar a los muchos fans de la jerezana. Porque el conjunto del film es sólido, bien narrado, robustamente armado sobre un guión que cuenta las diversas vicisitudes artísticas, económicas, sexuales, amorosas, familiares, de una de las mujeres clave del siglo XX en los escenarios de España.


A ello, es cierto, no es ajeno el sobrecogedor parecido que la protagonista (la neófita Gala Évora, cantante del grupo Papá Levante) ha logrado con la gran Lola, si bien es verdad que, a ratos, se le echa un falta un poco más de los poderosos redaños que su personificada tenía. Con todo, Lola, la película, resulta ser un producto más que digno, con algunos momentos electrizantes, y una biografía que no insulta, en absoluto, ni la memoria de la artista, ni desde luego la inteligencia del espectador.


(21-03-2007)


 


Lola, la película - by , Nov 19, 2022
3 / 5 stars
Ni canta ni baila: no se la pierdan…