Pelicula:

Hacía veinticinco años que Almodóvar no filmaba una comedia pura, desde Mujeres al borde de un ataque de nervios. Es cierto que después ha habido filmes en los que aparecían tonos de comedia, como en Kika o Volver, pero la verdad es que una comedia con todos sus avíos hacía ya un cuarto de siglo que no la acometía.


No sé si ha sido la falta de costumbre, pero lo cierto es que esta Los amantes pasajeros es una de las peores películas que le recordamos al manchego, a la misma (baja) altura que la mentada Kika, La mala educación o Los abrazos rotos, probablemente sus simas.


Los amantes pasajeros nos devuelve al Almodóvar más (estúpidamente) provocador, un sexagenario pasado de vueltas que nos presenta una delirante historia con un avión de la compañía Península (trasunto de Iberia, por si no lo habían pillado: y es que a veces Pedro Almodóvar parece ser Pedro Grullo) que hace el vuelo Madrid-México, pero que no termina de salir de España porque uno de los trenes de aterrizaje se les ha bloqueado. Buscando un aeropuerto donde poder aterrizar de emergencia, la tripulación y el pasaje habrán de lidiar con este asunto como mejor pueden.


Y como mejor pueden, bajo la batuta de Almodóvar, es con sexo oral (del hablado, no del otro; bueno, del otro también, pero simulado: aún no ha llegado el Almodóvar pornógrafo, aunque llegará…) durante todo el metraje, en sus muy diversas posibilidades, con amplia mayoría de las opciones homo. En principio nada que oponer: la comedia lo aguanta todo, incluso la subversión de los esquemas clásicos. El problema es que cuando los diálogos son como de marcianos, incluso un solventísimo elenco como éste con el que ha contado Almodóvar hace que las palabras del guión, en sus bocas, suenen a poco naturales, a inverosímiles. Curiosamente, el cineasta de Calzada de Calatrava se había caracterizado siempre en su filmografía por sus brillantes diálogos, por la chispa en las réplicas y contrarréplicas, nada de lo cual hay aquí, obsesionado Almodóvar en ser cuanto más provocador mejor, con lo viejo que es ya aquello de “épateur la bourgeoisie”.


Así las cosas, Los amantes pasajeros se convierte en una inacabable comedia que apenas mueve a (siendo benévolos) alguna sonrisa, donde de lo que parece que se trata es de ver qué nuevo disparate se le ha ocurrido a un Almodóvar que parece haber escrito el guión, él también, bajo los efectos de la mescalina culera que generosamente se escancia en el filme entre los botarates de los tripulantes y los mentecatos de los pasajeros.


Recursos de guión tan fáciles como el de suministrar droga de extranjis para desinhibir a los personajes y justificar así cualquier disparate, o el del personaje que no sabe mentir para que todos los secretos salgan a la luz, confirman que el autor de filmes notables como La ley del deseo o Todo sobre mi madre no ha estado fino en su regreso a un género que le dio fama y popularidad, pero en el que, como le ocurre a los tenistas cuando dejan de jugar durante mucho tiempo, le falta “muñeca”, ha perdido el pulso para la comedia.


Y ciertamente no se quejará por el reparto, cuajado de estrellas que podrían encabezar con toda justicia el elenco de cualquier película, e incluso se permite lujosos cameos de gente como Antonio Banderas o Penélope Cruz. Eso sí, Almodóvar debería tener cuidado con los temas de química (aunque a lo mejor suspendió la asignatura en el colegio…): Javier Cámara y Antonio de la Torre carecen de la debida complicidad para que nos creamos que pueden ser amantes.


Por supuesto, técnicamente la película es irreprochable: Almodóvar es un exquisito, y sus filmes desde hace muchos años están rodados, fotografiados, montados, interpretados de una forma impecable. Pero eso, que en otro tiempo quizá hubiera pesado más, ahora ya se da por descontado, y lo que queda es una sensación de exceso, como de overbooking de provocación, como si tanta calidad, tanto talento reunido, finalmente se hubiera quedado reducido a una comedia petarda como de club de ambiente, sólo que muchísimo más costeada.



Los amantes pasajeros - by , Sep 22, 2016
1 / 5 stars
Overbooking