Pelicula:

Perdón por el titulillo faulkneriano, pero no me he podido resistir. De vez en cuando alguna pequeña película hace fortuna (literalmente…), con poco presupuesto y excelente recaudación. Este filme del debutante Bryan Bertino contó con apenas diez millones de dólares (al cambio unos siete millones de euros, para que nos entendamos los europeos), una birria de presupuesto para el cine de Hollywood, y su recaudación sólo en el solar patrio USA quintuplicó esa cifra. Dicho lo cual añadimos que tampoco es que estemos ante Psicosis, ni mucho menos, aunque es cierto que algún interés tiene.


Es verdad que con demasiada frecuencia Bertino incurre en el pecado original de los cineastas dedicados al noble pero complicado arte de asustar al personal, vale decir el cine de terror: los sustos inesperados siempre han sido un recurso barato y zafio, y aquí hay más de uno, y más de una docena. Pero también es cierto que el director y guionista se vale de un recurso lamentablemente poco utilizado para causar miedo en el espectador: el sonido. Mucha de la atmósfera de tensión y terror que a ratos se consigue en el filme está lograda con ruidos extraños que la pareja protagonista oye en el interior de la casa donde se encuentran; esos ruidos, a veces bruscos, casi siempre siniestros, van caldeando la atmósfera y cubriendo las carencias visuales de Bryan Bertino, al que no le vendría mal volver a la universidad tejana en la que estudió cine para repasar algunos conceptos básicos… Pero, caligrafía y ortografía aparte, es cierto que la película funciona como un terror primario, el miedo que produce el ataque a muerte sin motivo aparente, el horror puro y primitivo de la inminencia del dolor intolerable, de la muerte, propia o del ser querido, sin saber la causa o la razón.


Ese desconocimiento de las motivaciones de los psicópatas de turno juega también a favor: es un punto que suele funcionar bien en este tipo de cine, a poco que el director juegue bien sus cartas: es crueldad sin sentido, que podría parecer inhumana si no viéramos, un día tras otro, los estremecedores sucesos en los que se refocilan los telediarios.


Es cierto que con demasiada frecuencia en este tipo de cine se suele abusar de un tono preternatural, casi taumatúrgico, que confieren a los villanos de turno un aura como sobrehumana, pero eso va de suyo en un género que no sabe valerse si no es recurriendo, casi sin excepciones, a tales tácticas.


Los extraños no es una buena película, pero tampoco una bosta de vaca; tiene algunas ráfagas de cine interesante, aunque para encontrarlas haya que rebuscar en la ganga de sus elementalidades. Claro que yo soy de los que prefiere ver la botella medio llena… ¿Se nota?



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96'

Año de producción

Los extraños - by , Feb 25, 2018
2 / 5 stars
El ruido y la furia