Los mejores años de nuestra vida

Terminada la Segunda Guerra Mundial, el director William Wyler afronta en este sensible melodrama el duro regreso de los veteranos de guerra, en especial de aquellos que vuelven con algún tipo de minusvalía por causa de sus heridas en el combate. El filme tuvo un extraordinario éxito de público y crítica, consiguiendo siete Oscar de Hollywood, entre ellos los de Mejor Película y Director.

A Wyler (uno de los grandes del Hollywood clásico, que no cuenta, sin embargo, con un reconocimiento universal como tal) le sobraba inteligencia y talento para plantear su historia sin recurrir al folletín, aunque tocando con elegancia y sobriedad los sentimientos más nobles del ser humano. Películas espléndidas como Jezabel (1938), La carta (1940), La loba (1941) y La señora Miniver (1942), entre otras, le reservan un lugar especial en la Historia del Cine.

Notables interpretaciones del selecto reparto, entre ellos la estupenda Myrna Loy, destacando también la aparición protagonista de Harold Russell, un actor no profesional, auténtico veterano de guerra con la misma minusvalía (ambas manos amputadas por la explosión de una bomba, sustituidas por una especie de pinzas) que aquejaba a su personaje, quien debutó en el cine en esta cinta humana y sincera.