Pelicula: Cada día es más infrecuente, pero a veces el cine proporciona sorpresas gratificantes. Este "Viento de tierra" es una de esas escasas ocasiones en la que el crítico de cine, como el cinéfilo, experimenta la sensación de estar ante una película que roza la perfección, a pesar de (o quizá gracias a) su modesto presupuesto. Porque lo que plantea el cuasi novato (sólo un largometraje de ficción en su haber hasta este filme) Vincenzo Marra es un melodrama que no hubiera desdeñado suscribir, de la alfa a la omega, el gran Robert Bresson, maestro de la contención y la austeridad, y por supuesto también el Aki Kaurismaki que, en esa misma línea, nos ofreció hace años aquel prodigio de tristeza que era "La chica de la fábrica de cerillas"; hasta el punto de que he estado tentado de titular esta crítica como "El chico de la fábrica de agujeros", primera ocupación de Vincenzo, el protagonista de esta historia desolada, ambientada en uno de los barrios pobres de Nápoles, una de esas barreduelas estéticamente espantosas y humanamente inhabitables que conforman los cinturones urbanos de las ciudades hodiernas.
En ese ambiente ominoso, sin embargo, un chico serio, honesto y trabajador no caerá en las tentaciones que hoy asuelan a algunos sectores de la gente joven (drogas, sexoadicción, molicie), sino que lo sacrificará todo por su familia: renuncia al amor, trabaja como un esclavo en una tarea ingrata y monótona, apoya con su aliento inasequible a una familia que se desmorona; cuando tiene un desliz, siempre animado por esa intención de ayudar a los suyos, será encaminado hacia el ejército, que le salvará económicamente y permitirá el restablecimiento de algo a lo que se puede llamar familia, pero también le traera la ruina más atroz.
Todo ello está contado con una austeridad que recuerda, en efecto, al mejor Bresson, el de "Pickpocket", "Mouchette" o "El dinero": no hay ni una sola escena para la galería. Incluso aquellas en las que se produce una explosión emotiva (la muerte del padre, la rabia del protagonista ante la puerta del abusador de su hermana) están dadas con una sencillez desarmante. Y esos detalles mínimos, pero tan creativos en su simplicidad: la oficina del soldado Vincenzo, el protagonista, en el que el único ruido lo ponen los sellos que, mecánica, parsimoniosamente, se van estampando contra escritos rutinarios, la vida que discurre a paso de cotidianidad y bostezo. Realmente espléndido filme, tan humilde, tan desolado, con esos paisajes fantasmales de los barrios periféricos de Nápoles, la muestra más palpable de que la opulencia de nuestra sociedad no sabe distribuir adecuadamente la riqueza para que la miseria pase a ser historia.

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Duración

85'

Año de producción

Viento de tierra - by , Nov 29, 2005
4 / 5 stars
Un Bresson italiano