Cuando se estrenó Caramel (2007) nos sorprendió por ser el primer largometraje de una actriz no profesional, Nadine Labaki, que debutaba con una ópera prima de ficción detrás de las cámaras y en donde trataba temas interesantes sobre la mujer y su país, Líbano.Ahora nos llega su segunda película después de pasar por los certámenes de Toronto, Oslo y San Sebastián y en todos ellos obtuvo la misma recompensa, el premio del público, lo que supone que su cine, además de tener suficiente calidad e interés como para participar en esos festivales, suelen llegar a los públicos de esos diversos países los temas que en ellas se tocan.
Esta vez nos propone un film coral que tiene lugar en un pequeño pueblo perdido entre las montañas a donde apenas llegan los medios de comunicación; un viejo televisor que se ve mal en el centro de la plaza del pueblo y unos periódicos que trae el dueño del comercio del lugar. La preocupación mayor de las mujeres es que no lleguen a oídos de los hombres las noticias de la guerra que mantienen cristianos y musulmanes para que los partidarios de una y otra religión, que conviven en el pueblo, no se enzarcen también en un conflicto que no les llevaría a ninguna parte y quebraría la paz, en donde no hay más diferencias que las habituales rencillas entre los vecinos.
Nadine Labaki asume la dirección otra vez, colabora en el guion y se queda para ella un papel entre el grupo de actores no profesionales que protagoniza esta cinta que va de la comedia al drama, del musical a la tragedia, con notable facilidad, poniendo de relieve el papel de las mujeres para evitar una contienda.
El guion fluye con naturalidad ofreciendo esta parábola para la convivencia entre cristianos y musulmanes, con el asentimiento del sacerdote cristiano y del imán musulmán que colaboran a que no se rompa la paz, ni se ofenda a ninguna de las dos religiones, que están condenadas a entenderse, defendiendo la tolerancia entre ellas, aunque alguna que otra vez salte una disputa. Película de carácter realista, con aspectos fantásticos que en ocasiones toma tintes de tragedia, como la muerte de un hijo que la madre oculta para evitar el conflicto, viviendo de forma callada el dolor y la soledad en que la deja sumida.
Labaki actúa de manera extraordinaria al frente de un reparto en el que todos cumplen bien con sus respectivos papeles. Está llevada a buen ritmo, que no decae en ningún momento, introduce bien las canciones, compuestas por su esposo Khaled Mouzannar, y los bailes que relajan la posible tensión, realizada con sensibilidad y buen gusto en todo momento.
Dirigida por
Interpretada por
Género
Duración
95'
Año de producción
Trailer
¿Y ahora adónde vamos? -
by Francisco Casado López,
Mar 14, 2012
Tratando de evitar la guerra
2 /
5 stars